HABLEMOS CLARO

Sobre el coaching

Un coach no es un gurú, un confesor ni un psicólogo: es alguien que te acompaña para que encuentres las respuestas que hay dentro de ti.

Lo urgente no deja tiempo para lo importante.

Es un principio del coaching, sino el principio, que las personas tenemos los recursos que hacen falta para conseguir nuestros objetivos. Así el coaching se basa en no añadir si no ayudar a extraer lo que ya está en el coachee.

El coach no guía, ni da consejos ni opiniones. Básicamente lo único que hace es espejear. Espejar con el uso de preguntas abiertas no directivas que ayuden a poner orden y a aclarar objetivos, prioridades y acciones para alcanzarlos. La respuesta está en el coachee.

Al saber esto, las personas en posiciones ejecutivas, la mayoría con excelentes cualidades analíticas y capacidad de decisión, suelen preguntase para qué sirve el coaching, pues si el coach solo va a hacer preguntas, esto ya lo puede hacer uno mismo.

Y eso es cierto.
En parte.

Emprender un proceso de coaching implica una serie de consecuencias que aportarán beneficios claros:

El primero es invertir un tiempo en algo tan importante como es reflexionar sobre qué es lo que quiero, algo que muchos olvidamos hacer entre nuestras muchas responsabilidades y actividades diarias.
Lo segundo, es hablarlo en voz alta lo cual ayuda a bajar la velocidad de pensamiento, incrementa el foco y evita dispersiones que ocurren cuando el proceso se hace sólo con el pensamiento.
Al hablar, además, uno se oye y esto incrementa el proceso de toma de conciencia. Tiene sentido, no tiene sentido lo que estoy diciendo. Es urgente, no es tan grave esta situación…

El coach, en su actividad, hace dos cosas: escucha activamente y hace preguntas para explorar “qué quieres, qué ocurre, qué falta o sobra, qué opciones existen, qué depende de ti y qué puedes hacer para conseguirlo…”.

Algunas preguntas te llevarán a ratificar y reforzar lo que ya pensabas, otras invitarán a ver la situación de una  perspectiva distinta y pueden hacer que te replantees las cosas de una forma nueva, salir de tu rueda de hámster en la que muchas veces entramos cuando este ejercicio lo hacemos a solas.

En ocasiones se descubren aspectos importantes que estaban ocultos y a veces incluso se produce un clic que cambia por completo la ecuación, la manera de ver las cosas y por tanto la solución.

Y, finalmente, el coach al no hacer dos cosas tan frecuentes en la mayoría de las conversaciones, juzgar o dar consejos, permite al coachee ir más allá de sus pensamientos, explorar diferentes opciones para encontrar la mejor respuesta y solución a su situación y según su manera de entender las cosas.

El coaching provee un espacio seguro de reflexión y es maravilloso, como coach, observar lo que en ese espacio ocurre cuando las personas se sienten libres de pensar, y explorar, y decidir.

En tiempos de incertidumbre, gran complejidad y cambio constante es importante encontrar un espacio para parar, reflexionar y decidir sobre prioridades, objetivos y qué hacer para conseguirlos.

Coaching Ejecutivo

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Para quién son mis servicios

He trabajado para clientes nacionales e internacionales de sectores muy diferentes, aquí puedes ver algunos.